01 de Mayo de 2024. Según los especialistas los pacientes que acuden a la consulta tienen dos o tres factores de riesgo cardiovascular mal controlados de los cuales la hipertensión arterial, el LDL colesterol y lipoproteína (a) elevados, el tabaquismo, la diabetes, el estrés y la obesidad son los más prevalentes, estos factores desencadenan cardiopatía isquémica, una enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias encargadas de proporcionar sangre al miocardio (músculo cardíaco) que se manifiesta en forma de infarto de miocardio o angina de pecho.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), confirma que cada cinco segundos se produce un infarto de miocardio en el mundo y el 30% de los afectados por infarto no llegan con vida al hospital.
La arterioesclerosis coronaria es un proceso muy lento de formación de colágeno, fibrosis y acumulación de colesterol y células inflamatorias que, en su evolución, ocasionan la oclusión de las arterias y el deterioro de la estructura global del vaso, con calcificación de estos y formación de placas de calcio intravascular.
El estrechamiento de la arteria coronaria se hace tan grave que causa un desequilibrio entre las necesidades del músculo cardíaco y el aporte de oxígeno a dicho músculo, es decir, llega menos oxígeno del necesario para que el corazón pueda ejercer su fusión de forma eficaz.
Hay lesiones que obstruyen el vaso un 70% o más y en estos casos es donde se hace necesario un cateterismo para realizar una angioplastia, que consiste en dilatar la estenosis coronaria mediante el inflado de un catéter-balón para implantar un stent (como un túnel) dentro de la arteria coronaria, con esto la zona estrechada se dilata y la sangre vuelve a fluir normalmente. De esta forma la arteria se queda abierta de forma permanente.
Es por esta razón que el éxito del stent alcanza más del 95% de los casos y por ello la angioplastia primaria se ha convertido en la estrategia de repercusión de elección de los pacientes con un infarto de miocardio. En pocas palabras el stent es el salvavidas del corazón