16 de mayo de 2025. Las troponinas cardíacas de alta sensibilidad (TnT y TnI) son esenciales para diagnosticar un ataque al corazón (síndrome coronario agudo o SCA). Sin embargo, la pregunta de si también pueden ayudarnos a predecir el riesgo de futuros problemas cardiovasculares en personas sanas aún no está completamente resuelta.
Un estudio reciente, liderado por Shah y Keene, se propuso investigar si medir los niveles de troponina en sangre aporta información útil más allá de los factores de riesgo tradicionales (como la presión arterial alta, el colesterol o el tabaquismo) para predecir la enfermedad cardiovascular (ECV).
Para responder a esta pregunta, los investigadores analizaron datos de 15 estudios previos que incluyeron a más de 62,000 personas sin antecedentes de ECV. Durante un seguimiento de aproximadamente 10 a 12 años, se registraron los eventos cardiovasculares que sufrieron estas personas (muerte, infarto no fatal o accidente cerebrovascular).
Los resultados mostraron que niveles más altos de TnT y TnI se asociaron con un mayor riesgo de desarrollar ECV. Por cada aumento estándar en los niveles de troponina, el riesgo de ECV se incrementó en un 31% para la TnT y en un 26% para la TnI.
Sin embargo, al añadir la medición de troponinas a los modelos de predicción basados en los factores de riesgo convencionales, la mejora en la capacidad de predicción fue modesta. Esto significa que, si bien las troponinas aportan cierta información adicional, su impacto en la predicción general del riesgo cardiovascular es limitado.
Los investigadores también estimaron que, para prevenir un evento cardiovascular, sería necesario analizar y tratar con estatinas a un número considerable de personas con riesgo intermedio que fueran reclasificadas a alto riesgo tras la medición de troponinas (aproximadamente 408 personas para la TnT y 473 para la TnI).
Finalmente, el estudio comparó la capacidad predictiva de las troponinas con otros marcadores en sangre, como la proteína C reactiva (PCR) y la tasa de filtrado glomerular estimada (eGFR), encontrando que las troponinas ofrecían una mejor predicción. Su rendimiento fue similar al del NT-proBNP, otro marcador cardíaco, pero la combinación de ambos no aportó beneficios adicionales.
En conclusión, este estudio sugiere que la medición de troponinas cardíacas de alta sensibilidad puede ser una herramienta complementaria para evaluar el riesgo cardiovascular, añadiendo una pequeña mejora a la información que ya se obtiene de los factores de riesgo tradicionales. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar cómo integrar de manera efectiva la medición de troponinas en las estrategias de prevención cardiovascular y si los beneficios justifican el esfuerzo y los costos asociados al análisis en la población general.